COMPARTO


También iré añadiendo frases, vídeos y textos de lo que creo y comparto: pequeñas joyas que me he ido encontrando a lo largo del camino, que me han hecho reflexionar y crecer.

jueves, 18 de febrero de 2016

VEMOS LO QUE CREEMOS



Hoy he tenido una especie de revelación en el taller de mindfulness, espero ser capaz de explicarla adecuadamente. Cuando vemos algo por primera vez registramos los datos que nos llegan a través de los sentidos (formas, colores, sensaciones, cualidades, olores, texturas, sabores, temperatura, …) y también las emociones que nos producen. De algunas percepciones no somos conscientes aunque llegan a nuestro inconsciente, que las pasa por el filtro de nuestros patrones de conocimiento o creencias y las archiva para poder comparar cuando le lleguen datos parecidos.  Se puede decir que elabora un catálogo de nuestras preferencias y valores.

Podría resumirse como sigue:
PERCEPCIÓN = datos + emociones asociadas y quizá expectativas
CREENCIA = patrones heredados + recuerdos de experiencias propias
VISION = Filtro de percepciones a través de creencias y composición en un RESULTADO

Todos tenemos una serie de creencias que hemos ido adquiriendo (sobre todo en la infancia, hasta los 7 años de edad) a través de las enseñanzas de nuestros mayores: padres, abuelos, profesores, vecinos,… las cuales hemos ido perfilando y modificando mediante nuestras propias experiencias. Los datos inconexos que nos llegan por cada uno de los sentidos no podrían ser interpretados por  nuestro cerebro sin esta labor de recopilar las piezas y ensamblarlas para obtener un resultado reconocible: el objeto/situación/experiencia. Es imposible crear una imagen mental de algo que no hayamos conocido previamente.

Cuando vemos a alguien por primera vez, archivamos su imagen pero también como nos ha hecho sentir, y la próxima vez que la veamos, solo veremos de ella lo que encaje con nuestros juicios o creencias sobre ella.


Archivamos en nuestro inconsciente el pack completo: objeto + emoción + expectativas



Cuando veamos ese objeto o alguno parecido nos traerá irremediablemente las emociones asociadas.

Todo esto ya lo había escuchado y más o menos lo entendía, lo que me ha resultado novedoso es que explica algo que había oído muchas veces, algo que creo intelectualmente pero que me costaba llevar a mi vida diaria: No existe una realidad verdadera, cada persona ve su propio mundo, proyecta sus creencias sobre otras personas, objetos, experiencias. La visión es parcial y selectiva, solo ve de esa persona los actos o cualidades que encajan con sus creencias. Es imposible que alguien pueda ver unos actos o unas cualidades que nunca haya experimentado con anterioridad.

Cuando dos personas interactúan, hay dos mundos interactuando. Cada persona tiene su propio mundo mental. Cada una proyecta en la otra lo que quiere ver o lo que su inconsciente ha registrado sobre ella. No verá lo que hace “realmente” ya que lo que cree que hace se ajusta a patrones que están solo en su propia mente, los cuales la otra no conoce y es imposible que conozca, ya que las vivencias y creencias de cada persona son únicamente de ella misma.

 Esto explica las ideas y frases que dice Un Curso de Milagros:
ü  NO VEO COSAS NEUTRAS
ü  EL PECADO NO EXISTE
ü  SOLO VEMOS UN MUNDO DE ILUSIÓN

Se hace más fácil comprender  que:
o   nadie nos hace nunca lo que creemos que nos ha hecho
o   no vemos la misma Realidad todos, cada uno ve la suya
o   nada significa nada por sí mismo, le adjudicamos valor con nuestros juicios e interpretaciones
o   verdaderamente no hay nada que perdonar en el otro, debemos tener compasión por nosotros al habernos provocado tanto dolor con nuestros juicios erróneos, es decir con nuestras creencias. Nuestra labor es aprender a pensar diferente, desmontar con paciencia cada una de las creencias erróneas y elegir nuevamente.

La frase que  hemos oído tantas veces y que nos parece tan complicado llevarla a cabo, HAY QUE PERDONAR PARA DEJAR DE SUFRIR, también se ve desde otro prisma. Ya no veo el perdón como una acción que hago porque soy mejor que tú y te lo demuestro perdonándote aunque no te lo mereces. Simplemente veo que ha sido una interpretación mía en base a mis creencias, que soy yo quien ha volcado en ti. Te perdono porque el pecado no existe.

Ojalá esto sirva para quitar sufrimiento en las relaciones de las personas: de pareja, de familia, de compañeros de trabajo, y …

Ojalá sea yo capaz de aplicarlo cuando se presenten dificultades !!