Eres
único, diferente de todos los otros.
Sin
reserva ni duda, permito que estés en el mundo como eres, sin un pensamiento o
palabra de juicio…
No
veo error alguno en las cosas que puedas decir, ni hacer, sentir y creer porque
entiendo que te estás honrando a ti mismo al ser y hacer lo que es verdad para
ti.
No
puedo recorrer la vida con tus ojos ni verla a través de tu corazón.
No
he estado donde tu has estado ni experimentado lo que has experimentado, viendo
la vida desde tu perspectiva única.
Te
aprecio exactamente como eres, siendo tu propia y singular chispa de la
Conciencia Infinita, buscando encontrar tu propia forma individual de
relacionarte con el mundo.
Sin
reserva ni duda, te permito cada elección para que aprendas de la forma que te
parezca apropiada.
Es
vital que seas tu propia persona y no alguien que yo u otros piensen que
“deberías” ser.
En
la medida de mi capacidad, sin denigrarme o ponerme en un compromiso, te
apoyaré en eso.
No
puedo saber lo que es lo mejor para ti, lo que es verdad para ti o lo que
necesitas, porque no sé lo que has elegido aprender, cómo has elegido
aprenderlo, con quien o en qué periodo de tiempo.
Solo
tu puedes sentir tu excitación interna y escuchar tu voz interna – yo sólo
tengo la mía.
Reconozco
que, aunque sean diferentes entre si, todas las maneras de percibir y
experimentar las diferentes facetas de nuestro mundo, todas son válidas.
Sin
reserva ni duda admito las elecciones que hagas en cada momento.
No
emito juicio sobre esto porque es imprescindible que honre tu derecho a tu
evolución individual, porque esto da poder a ese derecho para mí y para todos
los otros.
A
aquellos que elegirían un camino que no puedo andar o que no andaría, y aunque
puede que elija no añadir mi poder y mi energía a ese camino, nunca te negaré
el regalo de amor que Dios me ha concedido para toda la creación.
Como
te amo, así seré amado.
Así
como siembro, recogeré.
Sin
reserva ni duda, te permito el derecho universal de libre albedrío para andar
tu propio camino, creando etapas o manteniéndote quieto cuando sientas que es
apropiado para ti.
No
puedo ver siempre el cuadro más grande del Orden Divino y así no emitiré juicio
sobre si tus pasos son grandes o pequeños, ligeros o pesados o conduzcan hacia
arriba o hacia abajo, porque esto sólo sería mi punto de vista.
Aunque
vea que no haces nada y juzgue que esto es indigno, yo reconozco que puede que
seas el que traiga una gran sanación al permanecer en calma, bendecido por la
Luz de Dios.
Porque
es el derecho inalienable de toda vida el elegir su propia evolución, y sin
reserva ni duda reconozco tu derecho a determinar tu propio futuro.
Con
humildad, me postro ante la comprensión de que el camino que veo es mejor para
mi no significa que sea también correcto para ti, que lo que yo creo no es
necesariamente verdad para ti.
Sé
que eres guiado como yo lo soy, siguiendo tu entusiasmo interno por conocer tu
propio camino.
Sé
que las muchas razas, religiones, costumbres, nacionalidades y creencias en
nuestro mundo nos traen una gran riqueza y nos procuran los beneficios y
enseñanzas de tal diversidad.
Sé
que cada uno de nosotros aprende en nuestra manera única para devolver ese amor
y sabiduría al TODO.
Entiendo
que si sólo hubiese una forma de hacer algo, sólo necesitaría haber una
persona.
Apreciaré
tu luz interna única te comportes o no dé la manera en la que considero que
deberías, aunque creas en cosas que yo no creo.
Entiendo
que eres verdaderamente mi hermano y mi hermana, aunque puede que hayas nacido
en un lugar diferente y creas en diferentes ideales.
El
amor que siento es por absolutamente todo lo que ES.
Sé
que cada cosa viva es una parte de una conciencia y siento un amor profundo por
cada persona, animal, árbol, piedra y flor, por cada pájaro, río y océano y por
todo lo que es en el mundo.
Vivo
mi vida en servicio amoroso, siendo el mejor yo que pueda, haciéndome más sabio en la perfección
de la Verdad Divina, haciéndome más feliz, más sano, y cada vez más abundante y
gozoso.
Aunque
a lo largo del camino puede que me gustes, sienta indiferencia por vos, o me
disgustes, no voy a dejar de amarte, de honrar tu singularidad y de permitirte
ser tu.
Esta
es la llave de la paz y armonía en nuestras vidas y en nuestra Tierra porque es
la piedra central del Amor Incondicional.
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